Un piano tiene 220 cuerdas, estas resuenan y transmiten su tensión a la tabla armónica, a medida que pasa el tiempo la tensión de las cuerdas se va perdiendo, la tabla armónica se va relajando y el sonido varía, volviéndose imperfecto e inarmónico.
Un afinador aplica la tensión necesaria en las cuerdas para mantener una relación entre las notas equilibrada, según el temperamento igual. Logrando un sonido agradable y armónico. También se consigue la pureza del timbre de cada nota individualmente.
Cada piano es único y el tiempo de afinación puede variar, normalmente se suele necesitar entre 2 y 3 horas para afinar a la perfección el instrumento.
Cada piano y su circunstancia es distinta, en pianos con mucho uso es aconsejable afinar cada 6 meses, cuando el piano tiene poco uso afinar una vez al año es suficiente para su mantenimiento. Aun así, hay situaciones que provocan que el piano se desafine más rápido.
Cuando dejamos sin afinar el piano por muchos años, la tabla armónica pierde tensión y la madera se acomoda en una posición incorrecta. Esto hace que el piano tenga peor sonido y que cuando afinemos el piano, la afinacion dure menos en el tiempo ya que la madera quiere volver a esa posición destensada.
Niveles de humedad inadecuados, cambios de temperaturas bruscos, altas temperaturas o la exposición directa al sol hacen que el piano pierda la tensión de las cuerdas más rápido.
Trasladar un piano de ubicación también destensa drásticamente el piano, después de un traslado es importante afinar el piano hasta dos veces en 3 meses para estabilizar la afinación.
No dejar el piano al lado de la ventana, chimenea o calefacción y tocarlo de forma continuada es recomendable para que la afinación dure en el tiempo.
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